martes, 11 de febrero de 2014

PROYECTO "EL NOMBRE" (El Castillo de los 11 Nombres)

Un día, al llegar a clase, nos encontramos... una gran SORPRESA. En nuestro rincón de la asamblea, allí donde cada día nos sentamos todos nada más llegar, había un CASTILLO y... ¡¡una carta!! 

 
Todos sorprendidos y emocionados corrieron a él, lo miraron por delante, por detrás, lo tocaron, lo observaron, llamaron a la seño, cogieron la carta... De  pronto alguien dijo: -¡¡Seño!! ¡¡Seguro que ha sido el Dragón de los Colores!! Pregunté por qué pensaban que había sido el Dragón de los Colores y enseguida me dijeron que había una huella suya en la carta... Todo apuntaba hacia él. 



Para los que no lo sepáis, el Dragón de los Colores es un Dragón que no está con nosotros en clase, aunque tenemos un dibujo suyo colgado sobre la biblioteca porque al Dragón le encantan los libros. Es un Dragón bueno, pero a veces es un poco travieso y nos esconde cosas cuando alguien se porta mal. Un día, un niño lloró mucho y el Dragón se llevó el agua del grifo, justo cuando más la necesitábamos porque estábamos con las manos embadurnadas de pintura marrón... Otro día hubo niños y niñas que no recogían los juguetes, así que al día siguiente el Dragón se los había llevado casi todos... Menos mal que cuando se portan bien nos lo devuelve todo...

Bueno, pues con la carta en las manos pidieron a la seño que la leyera. Así que todos se sentaron y la seño lo leyó todo.


En cuanto nos enteramos de que el Dragón había capturado a Suso corrimos a mirar si era verdad que no estaba en su titio. Y, efectivamente, había desaparecido...


¡¡¡Con razón aparecía Suso en la ventana del castillo!!! Se sintieron muy tristes de que Suso ya no estuviera con nosotros, así que había que ponerse manos a la obra para conseguir las 11 llaves y rescatarlo. Y como el Dragón nos había dicho que nos dejaba una pizarra de Peppa Pig para practicar, corrieron a verla... ¡¡estaba detrás del castillo!!


Uno a uno fueron saliendo a la pizarra para intentar escribir su nombre sin ayuda, y de ese modo poder conseguir alguna llave. 






Y el único que lo consiguió fue... ¡¡¡NILO!!! Para que el Dragón pudiese verlo volvió a escribirlo en un papelito y lo pegamos en el castillo. Ya sólo quedaba esperar a que durante la noche el Dragón comprobara que estaba bien escrito y nos trajera la primera llave.

 
Al día siguiente, nada más llegar, Nilo fue corriendo a buscar su llave y al final la encontró, el Dragón la había dejado en su silla. Se puso muy contento, porque le costó encontrarla y pensaba que no se la había traído, pero ahí estaba. 


Eligió meterla en la cerradura NÚMERO 3 y allí la colocó. Ya sólo nos quedaban por conseguir 10 llaves. 


Otros se quedaron a puntito... Aún nos queda mucho trabajo por delante, pero seguro que tarde o temprano lo conseguiremos todos, o casi todos, y entonces Suso volverá con nosotros y celebraremos una graaaaan fiestaaaaaaa.


                                                                                Idea original: Blog "Un mundo de pequeñas cosas"

2 comentarios:

  1. QUE IDEA MÁS ORIGINAL Y BONITA. ENHORABUENA JUDIT, ME PARECE UN TRABAJO FANTÁSTICO!!!!!

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  2. Muchas gracias Paqui. Me alegra mucho!!

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