Los siguientes en conseguir sus llaves fueron James, Sergio y Jimena. ¡¡¡Los tres el mismo día!!! Esto iba viento en popa, ya pronto las tendríamos todas y podríamos liberar a Suso.
James llevaba mucho tiempo escribiendo su nombre bastante bien, le gustaba mucho practicar en la pizarra cuando era la hora de jugar y llamaba a la seño para enseñárselo. Pero le salía la E un poquito fea, así que la seño siempre le decía: ¡Muy bien James, casi casi! Y al fin lo consiguió.
Sergio también llevaba mucho tiempo a punto de conseguirlo, pues escribía todas las letras de su nombre muy bien, pero a veces se liaba un poquito con el orden o se comía alguna sin querer, así que tuvo que practicar más y más hasta que al fin lo escribió requetebien con todas sus letras ordenadas.
Y Jimena había practicado muchísimo porque se liaba un pelín con la M y N, y a veces se comía la E o la cambiaba de sitio. Pero ella no se dio por vencida y estuvo trabajando duro hasta que lo logró escribir así de bien.
Al día siguiente sus llaves les estaban esperando, el dragón de los colores las había dejado escondidas en sus sillas pero los tres las encontraron rapidísimo. Ya sólo quedaba ponerlas en la puerta del castillo...
Jimena eligió la cerradura número 8, Sergio la 2 y James la 11, y en ellas metieron sus llaves.
¡¡¡YA SÓLO FALTABA UNA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario